Búsqueda de Loan Danilo Peña: el testimonio de los familiares
Este jueves, mientras continúa la intensa búsqueda de Loan, el niño de cinco años que desapareció en Corrientes el pasado 13 de junio, sus padres fueron trasladados a Goya, para declarar como testigos ante la Justicia Federal. Además de María Noguera y José Peña, también prestaron testimonio sus cuatro hermanos, en una jornada que duró alrededor de cuatro horas.
En esa línea, el abogado de la familia, Gustavo Briend, dialogó con la prensa y aseguró que todos los involucrados en la causan van a declarar, y adelantó que “está empezando una nueva investigación; la jueza pidió que todo el grupo vaya a declarar“. Además, el letrado insistió que “toda la investigación anterior no puede descartarse“, pero no se refirió a los allanamientos realizados anoche en la casa de la abuela de Loan.
En paralelo a la declaratoria de la familia del niño Peña en la fiscalía, vecinos se manifestaban para reclamar la aparición con vida del menor de 5 años. “Justicia, queremos a Loan“, decía el cartel de uno de los protestantes.
En la continuidad de la investigación, este jueves se realizaron nuevos rastrillajes en un campo de la exfuncionaria municipal María Victoria Caillava, quien se encuentra detenida en el Complejo N°3 de Güemes, en la provincia de Salta.
Habló la madre de Loan
En diálogo con la prensa, María, la madre de Loan, se quebró al hablar de su hijo y los recordó con ternura: “Él tenía una toallita, una toallita de mano chiquitita. Y con esa dormía y se chupaba el dedo. Cuando iba a dormir, me decía ‘mami, mi toalla’. O cuando miraba dibujitos en el celular, me pedía la toalla y se chupaba el dedo. Se chupa el dedo. Y seguiré diciendo ‘se chupa el dedo’, no ‘chupaba’, porque lo van a encontrar. Me da pena pensar que está sufriendo. Nunca había pasado por eso. Él debe estar sufriendo“.
En ese sentido, fue consultada por la gran cantidad de críticas e hipótesis que se han hecho públicas en los últimos días: “Es una estupidez decir que obligué a mi hijo a ir al campo o que lo vendí. Nadie lo obligó a irse, él quería ir. Quería irse hacía tiempo. Ese día lo mandé porque no tenía maestra. Nunca faltaba a la escuela, le gustaba ir“.
